Te necesito... y al decirlo, se me eriza la piel.
Y lo repito: te necesito papá.
Te extraño. A veces mirar el cielo se me hace difícil ¿sabés? Ayer estuviste llorando... ¿por qué papi? ¿Qué es lo que te tiene mal? Te extraño, te amo.
Quiero abrazarte, hasta que se me acabe el aire.